VIRGEN DE LA ASUNTA

La festividad en honor a la Virgen de la Asunta reunió a la comunidad en dos días de fe, tradición y hermandad, con misas, danzas, procesión y la presentación de los nuevos devotos para el 2026.

Han sido dos días inolvidables, de esos que se graban en el alma de un pueblo. La promesa de renovar nuestra fe y devoción se cumplió con creces, y hoy, nuestros corazones rebosan de gratitud y alegría por la maravillosa 𝗳𝗲𝘀𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗵𝗼𝗻𝗼𝗿 𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗣𝗮𝘁𝗿𝗼𝗻𝗮, 𝗹𝗮 𝗩𝗶𝗿𝗴𝗲𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗔𝘀𝘂𝗻𝘁𝗮.

La noche del jueves, las vísperas nos envolvieron en un manto de solemnidad y color. La emotiva misa nos preparó espiritualmente, dando paso al fervor de los bailes religiosos que, con su energía y devoción, llenaron nuestra plaza de vida. El cielo de Ite se iluminó con los fuegos artificiales, un reflejo de la luz de la fe que brillaba en cada uno de nosotros.

El día central, el viernes 15, nos encontró unidos como una sola familia. Pobladores, visitantes y el personal de nuestra municipalidad compartimos el pan espiritual en la Solemne Misa, para luego acompañar a nuestra Madre en su recorrido. Las calles de Ite se convirtieron en un mar de fe; cada paso de la procesión, cada cántico y cada oración demostraron que, como decía nuestra invitación, los lazos que nos unen son inquebrantables.

Fue, en cada momento, un bello compartir de hermandad y tradición.

Y como la fe es una llama que se pasa de mano en mano, la celebración culminó con un momento lleno de esperanza: la presentación de los nuevos devotos para el año 2026. A ellos les entregamos nuestros mejores deseos y la certeza de que contarán con el apoyo de todo un pueblo para que esta hermosa tradición continúe brillando.

¡Gracias a todos por ser parte! ¡Que nuestra Patrona nos bendiga y nos mantenga siempre unidos!

¡𝐕𝐢𝐯𝐚 𝐥𝐚 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐞𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐬𝐮𝐧𝐭𝐚